EXCLAMATIVAS
Marcan una especial afectividad ante lo enunciado. Son compatibles con enunciativas, exhortativas y desiderativas:
¡Ha venido Pepe!
¡Qué lo cuelguen!
Enunciados exclamativos de estructura no oracional:
Mediante éstos el hablante desahoga un sentimiento (alegría, dolor, sorpresa...) o simplemente constata la presencia de algo que le afecta:
¡Ay, mi callo!
A estos enunciados pertenecen las interjecciones y las exclamaciones:
· interjecciones propias: en realidad, son secuencias fónicas, al margen incluso del sistema fonológico de la lengua:
¡Ay!, ¡ brrr!, ¡ uf!, ¡ pssst!, ¡ eh!.....
· interjecciones impropias: son palabras existentes en la lengua, que ocasionalmente se habilitan con intención exclamativa perdiendo su significado propio:
· exclamaciones: son sintagmas acuñados con finalidad exclamativa.
¡Dios mío!, ¡Virgen santa!, ¡Madre mía!, ¡Por todos los demonios!....
· El ámbito de la religión, el sexo y la excreción proporcionan muchas interjecciones impropias. Muchas interjecciones “inocentes” son, en realidad, transformaciones fónicas de secuencias con un posible carácter obsceno o sacrílego y se corresponderían a eufemismos:
¡Ostras!, ¡Caray!, ¡Mecachis la mar!, ¡Mecachis en diez!
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